La blefaritis anterior puede ser causada por diferentes microorganismos: hongos, bacterias o ácaros. Cuando los causantes son bacterias o ácaros se generan restos de caspa o ‘costras’ en las pestañas que favorecen la obstrucción de las glándulas de meibomio y dificultan la acción del sistema inmune para restablecer la normalidad.
Para mejorar la blefaritis anterior además de resolver desde dentro las causas que la provocaron, debemos actuar de forma tópica para eliminar la infección activa.
Para realizar el abordaje tópico disponemos de varias opciones que serán más o menos adecuadas en función del caso. La idea general es retirar los restos que producen estos bichitos y utilizar principios activos para eliminar el sobrecrecimiento, sin embargo no siempre es posible que el principio activo penetre correctamente debido al estado avanzado de la infección.
A día de hoy existen productos de uso profesional fabricados a base de micelas que permiten disolver y encapsular los restos producidos por estos microorganismos patógenos. Para ello, realizamos una limpieza en gabinete con ayuda de la lámpara de hendidura que nos permite limpiar de forma localizada todas las pestañas afectadas casi de una a una.
De esta manera además de reducir la sintomatología inmediatamente en casa podemos realizar el mantenimiento utilizando el principio activo que penetrará sin dificultad, reduciendo notablemente el tiempo y la dificultad del abordaje.